Las actividades team building y los viajes de incentivo pueden incrementar el rendimiento general de los empleados al fomentar la cooperación entre los miembros del equipo y entre equipos, mejorar la satisfacción laboral de los trabajadores y ayudar a ampliar la comprensión de las metas y objetivos de la empresa.
Pero del mismo modo, si la actividad team building está mal diseñada o administrada, puede no producir ningún efecto o efectos contrarios a los deseados. Los eventos para empresas que se realicen deben servir como microcosmos de los problemas (y soluciones) a las que sus empleados se enfrentan en la empresa.
Por tanto, es necesario considerar estos consejos sobre qué hacer y qué no hacer en una actividad team building cuando se enfrente a la planificación de actividades, creación y mejora de equipos en su organización:
Conectar los retos del evento con los que se enfrentan a diario los empleados en la empresa
Las actividades team building deben resultar un microcosmos de los problemas (y soluciones) a los que sus empleados se enfrentan. Por tanto, es imprescindible definir estos obstáculos primero.
Si el desafío de un grupo de trabajo es, por ejemplo, la adaptación a una nueva estructura empresarial y organizativa, formar equipos pequeños y especializados trabajando en conjunto para lograr un objetivo común deben ser parte ineludible de la actividad team building, de modo que se logre trasladar esa visión a la estructural laboral.
No realizar actividades que exijan demasiado físicamente a todos los miembro del equipo
Es muy probable que la resistencia física, fuerza o destreza no sean los factores de éxito de los empleados de su equipo. Por lo tanto, la capacidad física debe por lo general no jugar un papel importante en los eventos de team building.
Es necesario fijarse bien en la composición del equipo y establecer el nivel de aseveración física necesaria máximo como para que cada miembro del equipo puede participar de forma satisfactoria. Las actividades físicas, especialmente al aire libre, pueden ser memorables y exitosas; sólo es necesario asegurar que todo el mundo puede ser incluido y realizarlas.
Seguimiento de las lecciones aprendidas
Incluso un perfecto diseño y ejecución de una actividad team building no garantiza resultados. Es vital que sesiones de seguimiento estén programadas para enfatizar y medir el progreso de los equipos.
Con demasiada frecuencia, los ejercicios de team building se administran como dosis únicas, como si fuesen una panacea. Más bien al contrario, deben servir como una ceremonia de apertura para un continuo impulso hacia el éxito. Para ayudar a cuantificar este éxito (y, a su vez el retorno de la inversión), es necesario elegir estadísticas de rendimiento objetivas e ir comparándolas en un seguimiento continuado con los datos históricos.
No crear eventos demasiado exigentes o sin mucho sentido
Al asegurar que los empleados se diviertan al completar los ejercicios de team building, se puede caer en que terminen resultando demasiado ligeros o cursis. Otras veces, por el contrario, algunos organizadores de eventos para empresas pecan de lo contrario.
Es necesario encontrar un equilibrio para que los eventos no sean ni demasiado cómicos ni demasiado difíciles, ya que ambos extremos irán en detrimento de que los mensajes de la actividad calen realmente en los empleados.
Contrate a profesionales para elaborar y administrar sus actividades team building
En función del coste, tiempo y complejidad de los ejercicios que su empresa o agencia quiere llevar a cabo, la externalización del proceso puede ser una buena opción.
Contratar organizadores profesionales de eventos para empresas ayudan a:
- Identificar qué mensajes se desean trasladar a través de las actividades
- Facilitar la organización y desarrollo del evento así como las herramientas necesarias para llevarlo acabo
- Poner en práctica las prácticas de retroalimentación y medición una vez finalizado
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